ASALTO AL FUERTE MOSÉ, 26 de junio de 1740

Hace más de 300 años, esclavos nacidos en África arriesgaron sus vidas para escapar de las plantaciones inglesas en Carolina y encontrar la libertad entre los españoles que vivían en San Agustín. La legislación española ya reconocía personalidad moral y jurídica a los esclavos.

Asalto al Fuerte Mosé

El Fuerte Mosé (en inglés Fort Mose), cuyo nombre oficial era Gracia Real de Santa Teresa de Mosé, fue el primer asentamiento legal de colonos negros libres en lo que actualmente es el territorio de Estados Unidos. Situado a 3.2 km (aproximadamente dos millas inglesas) al norte de la ciudad de San Agustín, su construcción fue decretada en 1738 por el entonces gobernador español de Florida, Manuel de Montiano. Al igual que otras fortificaciones de la zona, el Fuerte Mosé tenía como objetivo vigilar la frontera con la colonia británica de Georgia y dificultar cualquier asalto sobre San Agustín.

Debido a su situación fronteriza con el Imperio Británico, la Florida española terminó por convertirse en un santuario para los esclavos africanos que lograban escapar de las Carolinas y Georgia. Quienes consiguieron ese objetivo encontraron en Fuerte Mosé refugio y libertad de acuerdo con las leyes españolas. Esto ocurría más de un siglo antes de la "Proclamación de Emancipación" de Abraham Lincoln. 

Mapa de San Agustín realizado en 1783 donde se aprecia la situación del Fuerte Mosé en el plano llamado (Fuerte Negro)

La Florida tenía una importancia estratégica para los españoles. Principalmente, por su ubicación, ya que ayudaba a controlar gran parte de las rutas en el mar caribe y también salvaguardaba las minas mexicanas de ataques de franceses y británicos. Este factor es importante para entender el valor añadido que tenía para el Imperio Español que los esclavos de las zonas británicas huyeran a su territorio. Los fugitivos fueron importantes para las posesiones españolas por los valiosos conocimientos y habilidades que trajeron consigo y por la labor y los servicios militares que realizaron al servicio de España. Con el tiempo estos fugitivos probarían ser de gran valor al servicio de España y un verdadero quebradero de cabeza para los ingleses.

Los primeros esclavos que llegaron a San Agustín se hospedaron en casas de españoles, a fin de que aprendieran las costumbres y practicaran la fe con ellos. Los hombres trabajaron en herrerías y en la construcción del fuerte de San Marcos y todos ellos contaban con un salario. El fin era que se pudieran integrar en el modelo de vida social de los españoles de la época en la Florida. Tras este primer grupo fueron llegando más fugitivos a los dominios españoles y fue entonces cuando el gobernador decidió pedir consejo al rey sobre cómo proceder ante la situación. Carlos II dictó una Real Cédula en 1693 por la que concedía la libertad a los esclavos fugitivos de las colonias británicas, fueran hombres o mujeres, siempre que abrazasen la fe católica.

Mientras tanto, en los dominios ingleses, aprobaron leyes cada vez más severas para disuadir a los esclavos de huir, pero no surtieron efecto ya que la libertad era un reclamo mayor que el miedo. Para tratar de detener la huida, los colonos de Carolina establecieron sistemas de patrulla y colocaron botes de exploradores en las rutas acuáticas hacia San Agustín, pero los esclavos, con determinación e ingenio lograban huir al territorio español.

El bilbaíno Montiano se convirtió en gobernador en 1737. El gobernador estableció a los hombres libres en una nueva ubicación, a unos tres kilómetros al norte de San Agustín, a la que llamó Gracia Real de Santa Teresa de Mosé. Este fue el inicio formal de Fuerte Mosé. Como relató el gobernador Montiano al rey por carta, juraron ser “los más crueles enemigos de los ingleses” y “derramar su sangre por la Gran Corona Española y la Santa Fe”. Por lo que sabemos hoy en día, Fuerte Mosé estaría formado por 20 barracones y una iglesia, protegidos por un muro alrededor del cual se situaban campos para el cultivo. Contaría con fortificaciones de piedra y algunas zanjas y alambre para la defensa del asentamiento. Al mando de todo ello estaba el anteriormente mencionado Francisco Ménendez y se estima que allí residían en esta época cerca de 100 personas.

Con el estallido de la Guerra de Asiento, también conocida como la Guerra de la Oreja de Jenkins, los conflictos internacionales y locales entre España y el Reino Unido se mezclaron e intensificaron. Esta guerra desarrolló sus contiendas en diferentes ubicaciones y también entró en juego la Florida española. De este modo los ingleses, ya enfadados y preocupados por la inestabilidad que estaba teniendo lugar en sus colonias, tuvieron un pretexto perfecto para poder atacar las posiciones españolas en el sureste de norteamérica.

Recreación del Fuerte Mosé

Fue en enero de 1740, cuando el gobernador de Georgia, James Oglethorpe, asaltó Florida y consiguió hacerse con el control de los Fuertes Pupo y Picolata al oeste de San Agustín. Tras estas victorias Oglethorpe compuso una tropa mayor que se formó con regimientos de Georgia y Carolina del Sur y también contó con el apoyo de indios nativos. Todo ello con el fin de preparar una importante ofensiva contra las posiciones españolas más relevantes como San Agustín.

En junio de 1740 los ingleses pusieron a prueba el fervor patriótico y la lealtad de los hombres de Menéndez con un ataque al Fuerte Mosé, encabezado por el coronel John Palmer al frente de 170 hombres pertenecientes a la milicia colonial de Georgia, highlanders escoceses del 24º Regimiento de Infantería e indios que estaban con los británicos, que asesinaron a algunos de los habitantes negros del fuerte español. Los ingleses consiguieron tomar el Fuerte Mosé, con el objetivo final de conquistar y arrasar San Agustín.

El gobernador español, Manuel de Montiano, ordenó un contraataque en el que tomarían parte 300 hombres, entre tropas regulares, milicias negras e indios semínolas afectos a España. Las tropas regulares fueron comandadas por el capitán Antonio Salgado; las milicias negras y los semínolas estuvieron bajo el mando de Francisco Menéndez. El asalto se hizo en la madrugada del 25 al 26 de junio, antes del amanecer (entonces no era habitual combatir de noche), y los españoles pillaron por sorpresa a los ingleses, masacrándoles en un combate en el que se llegó a la lucha cuerpo a cuerpo. Fuerte Mosé quedó destruido, pero la victoria española frenó la ofensiva británica, al dar tiempo para la llegada de refuerzos procedentes de La Habana. Las milicias negras de Menéndez combatieron con una bravura que mereció los elogios del gobernador español de Florida. Como el fuerte había sido arruinado, a los cimarrones se les permitió asentarse en San Agustín, con los mismos derechos que los españoles que residían en esa localidad.

Ubicación del Fuerte Mosé, en el actual Fort Mose Historic State Park. Los restos del antiguo asentamiento se localizan en el pequeño bosquete rodeado de marismas que se aprecia en la fotografía

La victoria española en Fuerte Mosé desmoralizó a las fuerzas británicas, demasiado divididas, y supuso un factor significativo en la retirada de Oglethorpe a Savannah.​ A finales de junio San Agustín fue reforzado desde La Habana y los barcos de la Real Armada Británica abandonaron a sus fuerzas terrestres. El Gobernador Montiano felicitó a la milicia de negros liberados por su valentía,​ y aunque Fuerte Mosé había quedado destruido durante el asalto, sus habitantes se instalaron en San Agustín durante la siguiente década como ciudadanos libres e iguales.

Retrato de Francisco Menéndez

Poco después de estos hechos, Francisco Menéndez y algunos de sus hombres se unieron a un barco corsario que recibía el apoyo de la villa de San Agustín, con el infortunio de ser capturado en 1741 por un buque británico que tenía el significativo nombre de “Revenge” (Venganza). Cuando los ingleses descubrieron quién era, amenazaron con castrarle en venganza por la sangrienta Batalla de Fuerte Mosé. Finalmente le sometieron a un castigo brutal: 200 latigazos, echándole sal en sus heridas para que no curasen. Después le volvieron a someter a la condición de esclavo en las islas Bahamas. Contra toda esperanza, Francisco consiguió huir de nuevo y volver a San Agustín, donde el Fuerte Mosé fue reconstruido en 1752, siendo él su comandante, ya con 38 años.

Ya en 1763, Florida pasó a manos británicas debido a la derrota española en la Guerra de los siete años. Los hombres del Fuerte Mosé se negaron a permanecer bajo soberanía británica y por ello marcharon a Cuba. Es probable que la mayoría se uniese entonces a la milicia de La Habana y que, por tanto, algunos de ellos o sus hijos estuviesen presentes en la reconquista de Florida llevada a cabo por Bernardo de Gálvez y Madrid en 1781. Florida retornó oficialmente a manos españolas en 1783, pero ya nadie volvió a las ruinas del Fuerte Mosé para reconstruirlo. Lo que quedaba del emplazamiento fue ocupado en 1812 por un regimiento de fusileros estadounidenses que luego fueron expulsados de la zona por las autoridades españolas, las cuales decidieron quemar lo que quedaba de la fortificación con el fin de que no se repitiera el incidente. Sin embargo, esto no impediría que Florida pasase a dominio estadounidense en 1819 tras la firma del Tratado de Adams-Onís.

Ciudadanos norteamericanos, vestidos con uniformes españoles de época, hacen memoria de la milicia de hombres negros libres que sirvió en los confines de la Florida.

Actualmente ya no quedan ni siquiera ruinas donde una vez estuvo el Fuerte Mosé, pero sí se han podido recuperar diversos restos en varias campañas arqueológicas (la primera de las cuales tuvo lugar en 1986). Después de que el Estado de Florida comprara el terreno donde se sitúan los restos, en 1994, la zona fue declarada Monumento Histórico Nacional y fue incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos. En 2009, el Servicio de Parques Nacionales incluyó a Fort Mose como sitio precursor del National Underground Railroad Network to Freedom. En la actualidad, el lugar donde una vez estuvo el fuerte sirve de escenario a representaciones de la "Batalla de Bloody Mose" llevadas a cabo por actores. También se ha construido un museo temático junto al antiguo emplazamiento del Fuerte Mosé.

Letrero del Parque Histórico Estatal de Fuerte Mosé, en Florida


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