LA DEFENSA DE "EL RAMBLAZO", 9 de agosto de 1885

"...cuando ya debilitados por la pérdida de sangre caían al suelo, contribuían á la defensa entregando cartuchos á los que aún quedaban en pie"

"El Ramblazo" fue un fuerte defendido por un sargento y 17 soldados de tropa. Resisten heroicamente hasta solo quedar el sargento y 3 soldados en pie. Fueron recompensados con la cruz laureada de San Fernando.

Héroes de "El Ramblazo"

Cubanaican, nombre indígena de una hermosísima isla de las Antillas o del Caribe, se quedó en nuestro idioma con sola  las dos primeras sílabas de tan extraña palabra, o sea Cuba. Isla grande de fertilísimo suelo y agradable clima. Fue descubierta por Colón en 1.492 en su primer viaje, se independizó de España en 1898, por tanto la primera y la última tierra americana en pertenecer a la Corona de Castilla, o sea la última en ser española.

A España no le interesaba, no sólo por intereses sentimentales, sino también por intereses económicos el no perder Cuba. La habitaban, españoles, hijos y nietos de éstos, los mas bisnietos, y un 30 % de mulatos y cuarterones en su mayoría y una minoría de negros puros, descendientes de los esclavos africanos que llevaron los castellanos para trabajar en los campos ubérrimos de la isla, que si bien carecía de minas de oro y plata, daba abundante cosechas de azúcar y tabaco, éste el mejor del mundo.

La situación en la tan hermosa y querida tierra, era durísima en extremo, las revueltas de los nativos fueron frecuentes a partir de principios del siglo XIX, alentadas por Napoleón, con objeto de que España enviara tropas a sofocarlas y de este modo debilitarla con dos frentes, uno en la península con la Guerra de la Independencia y otro lejos en ultramar. Este último también cobardemente apoyado por Estados Unidos de Norteamérica, que voló su acorazado Maine en el puerto de la Habana, matando a casi doscientos marinos suyos, para echarle la culpa a España y así declararle la guerra y con este artero y vil proceder apoderarse no sólo de Cuba, sino también de Santo Domingo y Puerto Rico.

Hacia 1885 estaban los españoles construyendo la vía de ferrocarril que unía Puerto Príncipe con el puerto de Naevitas. Importantísima obra logística, para el transporte de tropas y víveres, a la que atacaban constantemente las fuerzas rebeldes para destruirla, si no total, sí parcialmente, pues era muy vulnerable en sus 73 kms. con otras tantas alcantarillas y puentes de madera, rústicamente construidos por las prisas y la precariedad, defendida por tramos de 2 kms. por fortines, por llamarlos de algún modo, consistentes en espacios cuadrados de madera, con numerosas rendijas y techo de zinc, en la que cabían lo mas 10 personas.

Fuerte "El Ramblazo"

Los rebeldes habían logrado reducir a cenizas la estación de Redención, levantando las autoridades de inmediato un pequeño fuerte, aunque de mala calidad, al que pusieron por nombre El Ramblazo, dotándolo con un pelotón al mando del sargento Manuel Domínguez Garrido y del cabo Venancio Mena Ortiz, la que incluyendo al cabo y al sargento sumaban 17 hombres.


El día 8 de agosto de 1895, los vigías del fuerte empezaron a ver un movimiento sospechoso del enemigo a lo largo de la vía férrea y en las proximidades del fuerte, comprendiendo de inmediato la situación comprometida en la que estaban a punto de verse, pues iban a verse asediados por una fuerza numéricamente superior y, probablemente, bien armada.

Algunas fuentes cifran la fuerza rebelde atacante en más de 400 hombres, de modo que ante esa cifra quizás se comprenda mejor la magnitud de la hazaña llevada a cabo por ese escaso puñado de españoles. Los rebeldes avanzaban disparando constantemente acribillando y destruyendo el reducto. 

Ante esta comprometida situación, a la que se añadía que de los 17 miembros de la dotación del fuerte, 3 habían muerto y los demás estaban maltrechos en mayor o menor grado, se decidió mandar a alguno de los soldados a la estación llamada "El Lugareño" a dar aviso al capitán al mando, pidiendo el envío urgente de refuerzos. La idea era perfecta, lo no que era perfecto era que se trataba de una misión que rayaba lo suicida dada la lejanía de la estación y que el camino estaba infestado de rebeldes.

Gonzalo Estrada, el héroe de "El Ramblazo"

El mensajero elegido fue Gonzalo Estrada, natural de Málaga. Encomendándose como era tradición, a la virgen de su pueblo, partió Gonzalo decidido a cumplir con su cometido, dejando a sus compañeros en la defensa, los cuales la ejercieron a cara de perro:

"... cuando ya debilitados por la pérdida de sangre caían al suelo, contribuían á la defensa entregando cartuchos á los que aún quedaban en pie; considerando que aun antes de llegar la columna de auxilio sólo podían hacer fuego los cabos Venanillo Mena y Julián Dominguez, y soldado Faustino Martin, heridos también, y el sargento Domínguez, y que todos estaban dispuestos á defender con sus machetes la entrada del fuerte, que no tenia puerta..."

Mientras esto ocurría, Gonzalo avanzaba en su camino, decidido, costara lo que costara, a llegar a su destino, aunque eso le supusiera tener que hacerlo a rastras y desollándose con la maleza y espinos. Milagrosamente, bajo una lluvia de balas llego a su destino dando el aviso. 

Defensores de "El Ramblazo"

Entre tanto, el fortín, atacado por todas partes, se defendía heroicamente. Como no tenía puerta, hicieron como pudieron un parapeto con cajas y desde esta posición, consiguieron detener, nada menos que a una fuerza 20 veces superior en número. Las municiones escaseaban, los asaltantes conscientes de ello, destacan 25 hombres machete en mano, que son rechazados por los cercados. Cesa el tiroteo y el enemigo adelanta a dos insurrectos, reptando bayoneta en mano y son abatidos por las dos últimas balas de estos valientes, que desenvainando sus machetes, esperan impertérritos a los atacantes.

Gracias a la encarnizada defensa de unos hombres que ante el asedio se crecieron, hubo tiempo de que los refuerzos actuaran a tiempo y salvaron a sus camaradas y al fuerte. Los abrazos fueron emocionados y apretados, luego fue el horror y tristeza, ante la escena de aquel fortín, mas bien cuchitril, lleno de cadáveres y moribundos, con la atmósfera irrespirable por el hedor de heridas enconadas y la pólvora quemada, pero rebosante de gloria.

Noticia de prensa de la época contando los hechos

Por estos hechos y por orden de 29 de abril de 1896, los cabos Venancio Mena Ortíz y Julián Domínguez García, y los soldados Alonso Fernández Mondelo, Faustíno Martín Sánchez, Jerónimo Manrique Manrique, Guillermo Fernández Vallejo, Isidro Sanvicéns Bonet, Isidoro Vázquez Marqués, Joaquín Jerónimo Billera, Claudio Peña López, Jaime García Boneda, José Puig Fabregat, Juan Llodrá Durán y Gonzalo Estrada García, todos del regimiento Infantería de Tarragona 67, fueron agraciados con la cruz de primera clase de San Fernando, con la pensión anual de 100 pesetas a contar desde el nueve de agosto del año anterior, que tuvo lugar el hecho de armas antes narrado.

Fecha9 de agosto de 1885
LugarCerca del puerto de Nuevitas, Cuba
ResultadoDefensa victoriosa del fuerte "El Ramblazo"
Beligerantes
Ejército Español

Rebeldes cubanos
Comandantes
Manuel Domínguez Garrido


Fuerzas en combate
1 Sargento
16 soldados de tropa

400 rebeldes

Bajas
14 muertos y heridosdesconocidas



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