BATALLA DE BRUNETE, del 6 al 25 de julio de 1937

"Respecto a los jefes de Milicias, el único que sabe leer un plano es el llamado Modesto. Los otros (Líster, Mera o "el Campesino") además de no saber, creen no necesitarlo"

Brunete fue el escenario del ataque sorpresa más sangriento de la guerra civil que pudo haber cambiado el resultado de la contienda.

Soldados durante la batalla de Brunete

Las tropas de la República se enfrentaron al ejército Nacional en las afueras de Madrid. Aquel caluroso verano, la capital española quedó consternada ante las casi 40.000 bajas que se produjeron, una cifra que, a la postre, convertiría este enfrentamiento en uno de los más cruentos de la Guerra Civil.

El 17 de mayo de 1937 cae el gobierno de Largo Caballero tras los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, y accede Negrín a la jefatura del gobierno republicano. Los franquistas están dedicados plenamente a la reducción del frente norte, habiendo iniciado su avance desde abril.  El Estado Mayor republicano toma la decisión de desencadenar una ofensiva en la zona central de España, específicamente en los alrededores de Madrid. Una de las motivaciones de esta decisión era el objetivo político del gobierno de Negrín de demostrar a los consejeros soviéticos que la República también tenía iniciativa militar para recuperar el terreno perdido. Era la primera ocasión en la que los republicanos pasaron de la defensa al ataque y el bautismo de fuego de Vicente Rojo, el militar que lideraría al ejército republicano (recién nombrado jefe del Estado Mayor Central). 

Se esperaba además que contribuiría a la reapertura de la frontera de los Pirineos, lo que permitiría el traslado del material bélico almacenado y retenido en territorio francés a causa de la No-intervención. Los asesores soviéticos aconsejaban un ataque en la zona de Brunete, por su proximidad a Madrid, lo que permitía ese desplazamiento de amplias fuerzas con menos riesgos para el objetivo vital de la defensa de la capital. Los mandos militares del Partido Comunista de España habían ganado mayor influencia en el gobierno republicano tras la dimisión del socialista Francisco Largo Caballero, y se adhirieron a la posición soviética.

De izquierda a derecha, Juan Negrín (de blanco), Indalecio Prieto y el general Vicente Rojo.

Por parte republicana intervienen dos cuerpos de ejército, integrados en un Ejército de Maniobra bajo el mando supremo del general Rojo:
  • El V Cuerpo de Ejército, mandado por Juan Guilloto León («Modesto»). Este cuerpo de ejército estaba formado por las siguientes unidades:
  • El XVIII Cuerpo de Ejército, mandado primero por el coronel de artillería Enrique Jurado y más tarde por el coronel Segismundo Casado. Estaba formado por:
  • El II Cuerpo de Ejército, mandado por el teniente coronel Carlos Romero Giménez.
Las fuerzas del mando sublevado fueron:
  • I Cuerpo de Ejército, al mando del General Juan Yagüe.
  • 150.ª División, mandada por el general Sáenz de Buruaga.
  • IV Brigada de Navarra, mandada por el por el coronel Alonso Vega.
  • V Brigada de Navarra, mandada coronel Juan Bautista Sánchez.
General Juan Yagüe

Los primeros ataques republicanos comenzaron la noche del 5 al 6 al julio, bajo el abrigo de la oscuridad, pentraban profundamente tras las líneas enemigas. La artillería y la aviación republicanas bombardearon las posiciones nacionales. Las fuerzas sublevadas había sido cogidas totalmente por sorpresa, y no sería hasta los primeros ataques al amanecer cuando empezaron a ser conscientes del alcance de la ofensiva republicana. Brunete se rindió hacia el mediodía y los pocos efectivos nacionales se vieron totalmente desbordados por la ofensiva republicana.

El éxito inicial de la ofensiva republicana quedó estancado al toparse con la feroz resistencia sublevada, lo que obligó a detener su avance al sur de Brunete.  El mando republicano envió tanques y artillería para apoyar a los hombres de la 46ª división "El Campesino", pero los ataques serían rechazados nuevamente. El ataque oriental que partiría desde Carabanchel y que corría a cargo de la II Cuerpo del Ejército del teniente coronel Carlos Romero no llegó a romper las líneas enemigas nacionales, a pesar del intenso bombardeo de la artillería republicana. Durante los primeros días la aviación republicana mantendrá un claro dominio del aire especialmente por la débil presencia aérea de los sublevados en el frente del Centro, que solo cuentan con una escuadrilla de cazas Fiat C.R.32 y unos cuantos aviones de ataque Romeo Ro.37. 

Fiat C.R.32 del bando nacional

Las fuerzas sublevadas en la zona quedaron bajo el mando del general Varela. Durante la mañana del día 6 todos aquellos efectivos disponibles, incluidas unidades locales, hospitales de campaña y unidades de suministros. Las divisiones 12.ª, 13.ª y 150.ª, junto a efectivos de la Legión Cóndor y artillería pesada, ya se encontraban en camino procedentes del Frente norte.

Consecuencia del éxito republicano durante el primer día de la ofensiva, Juan Negrín propuso celebrar en Madrid una reunión del Consejo de Ministros para celebrar la victoria, pero el presidente Azaña le disuadió de ello. Para la República esta constituía su primera gran ofensiva que por el momento se saldaba con éxito. 

Ya el 7 de Julio a las afueras de Brunete, continuaron los combates sin que ninguno de los dos ejércitos hiciera progresos significativos. Además, el calor de la meseta castellana resultó asfixiante para los soldados de ambos bandos,​ y los bombardeos sobre el terreno reseco provocaron numerosos incendios forestales. La insistencia republicana en reducir las bolsas de resistencia, en vez de rodearlas y continuar el avance, dio tiempo a las fuerzas del Bando sublevado para traer reservas de otros frentes. Franco tomó la decisión de cancelar la ofensiva en el norte, cuyo siguiente objetivo era la captura de Santander, y aceptó el desafío que suponía la ofensiva republicana dirigida por Vicente Rojo. 

Tropas sublevadas marchando a defender la ofensiva de Brunete

Del 7 al 8 de julio cuando los republicanos lograron conquistar varias posiciones, estas se perdieron rápidamente tras un contraataque enemigo. El 9 de julio el piloto republicano Boško Petrović derribó un Messerschmitt Bf 109 de la Legión Cóndor, constituyendo el primer Bf 109 en la historia que fue derribado.

El 10 de julio la XII Brigada Internacional de la 45.ª División Internacional, con el apoyo de tanques, tomó la población de Villanueva del Pardillo. Para asaltar la localidad de Villafranca el 11 de julio, los republicanos lanzaron una fuerza acorazada de 80 carros de combate contra el municipio, pero la tentativa no tuvo éxito. Más adelante se señalaría que el fracaso republicano se debió a que estos desplegaban los tanques por separado, siguiendo la táctica francesa. La llegada de las tropas carlistas desde Navarra obligó a los republicanos a detener su ataque y a retirarse a sus posiciones del río Guadarrama. La actividad aérea empezó cada vez a ser más intensa, al tiempo que en la zona sublevada cada vez más y más aviones aparecían sobre los cielos de Brunete, dominando el aire que hasta entonces habían tenido las Fuerzas Aéreas de la República Española. 

Tanque C.C. T-26 soviético apresado por los nacionales

Los días del 12 al 17 de julio el ataque republicano había quedado paralizado, y el segundo ataque que debía partir desde Carabanchel a cargo del II Cuerpo de Ejército para así formar un movimiento de tenazas, no había logrado prosperar. La encarnizada resistencia que mantenían las fuerzas sublevadas en Boadilla y en vista de la situación de los avances, el General Miaja decidió el 15 de julio que la ofensiva debía finalizar y ordenó a las fuerzas bajo su mando que pasaran a la defensiva. Mientras tanto, Franco y sus colaboradores seguían planificando la contraofensiva que emprenderían contra el Ejército republicano.


La superioridad aérea de la Legión Cóndor frente a la aviación republicana hace que la lucha se torne más dura, en tanto que la descoordinación en las comunicaciones provoca que se lleguen a producir ataques de la artillería sobre las líneas avanzadas de uno y otro ejército.

La contraofensiva franquista comenzó al amanecer del 18 julio.​ Esa mañana una potente barrera de artillería martilleó las líneas republicanas, apoyado con los ataques de la aviación. A pesar del potente apoyo de artillería, durante ese día las unidades franquistas no hicieron grandes progresos. Mientras, en el aire, los combates entre las dos aviaciones se incrementaron hasta un nivel que no se había visto antes. Ese día la Legión Cóndor empezó a gestar su dominio de los cielos, después de que sus unidades abatieran 21 aparatos republicanos. A diferencia de la táctica republicana en el empleo de los carros de combate, que dispersaban sus tanques, el general Varela siguió los consejos del oficial alemán Von Thoma y concentró sus tanques para atacar siguiendo lo que después se llamaría "ataque en punta de lanza" (Schwerpunkt). 

Valentín González, militar republicano conocido como El Campesino

Del 21 al 23 de Julio, el General Miaja ordenó a sus fuerzas emprender un contraataque a lo largo del valle del Guadarrama. Durante varios días la lucha en esta zona continuó de forma intensa y en medio de un asfixiante calor. El terreno que había sido capturado originalmente por las fuerzas sublevadas cambió de manos varias veces.

El 24 de julio los franquistas comenzaron a atacar en masa desde sus posiciones el sur hacia Brunete. Habían conseguido concentrar unas sesenta y cinco baterías de artillería en esta parte del frente, en contra de las escasas veintidós baterías que poseían los republicanos. Con este apoyo de fuego, además de los potentes bombardeos aéreos de la Fuerza aérea sublevada, los franquistas lograron romper definitivamente las líneas republicanas al sur de Brunete. Un contraataque republicano apoyado por tanques soviéticos no consiguió detener la avalancha enemiga. Al atardecer de aquel día los asaltantes ya habían logrado entrar en Brunete. Tras la reconquista de Brunete por las fuerzas franquistas no volvió a haber ningún enfrentamiento a gran escala. Los nacionales, por su parte, no siguieron avanzando y dieron por buena la conquista del territorio. El pueblo, que había sido centro de los combates 20 días antes, mostraba ahora un aspecto desolador. La guerra había llamado a su puerta para llevarse con ella miles de jóvenes vidas.

Hay 2 curiosidades históricas estos días que es destacable señalar:

En plena retirada republicana, el día 25 la fotógrafa alemana Gerda Taro (compañera sentimental de Robert Capa) resultó gravemente herida cuando fue atropellada por un tanque republicano que se retiraba. Falleció unas horas después en un hospital de campaña de El Escorial.

Durante los días 26 y 27 la Escuadrilla de caza nocturna dirigida por el oficial soviético Serov y compuesta por Polikarpov I-15 "Chatos" logró un hito en la historia militar, ya que en esos días lograron efectuar los primeros derribos nocturnos de la historia, concretamente dos bombarderos Junkers Ju 52.

Desarrollo de la batalla de Brunete

Al término de la batalla, ambos bandos declararon haber obtenido la victoria. Brunete está considerada como una de las batallas más sangrientas de la Guerra civil. De hecho, ambos bandos sufrieron un elevadísimo número de bajas y pérdidas materiales. Los republicanos habían sufrido unas bajas de 20.000 muertos y heridos,​ mientras que su Fuerza aérea había perdido la elevada de cifra de 100 aparatos. Habían logrado conquistar un territorio de 6 kilómetros de profundidad por 16 kilómetros de anchura, sin embargo, el Ejército republicano pagó un alto precio por la operación. Las brigadas internacionales también sufrieron un elevado desgaste en Brunete, lo que provocó una grave crisis en la organización de las brigadas.

El bando sublevado sufrió unas bajas de 17.000 muertos o heridos y la pérdida de 23 aparatos. El general republicano Vicente Rojo había arrebatado a Francisco Franco la iniciativa estratégica, obligándole a combatir en un terreno no elegido por él y a postergar momentáneamente la ofensiva en el Norte.

Resultan especialmente interesantes los informes de los jefes militares republicanos. Sus conclusiones más importantes fueron que el Ejército de Maniobra falló en la explotación del éxito de la primera fase de la batalla. El fracaso en la explotación fue debido a la "escasa capacidad ofensiva de nuestra infantería", a la "falta de capacidad técnica de muchos de nuestros mandos superiores", al "empleo de materiales de artillería poco aptos para las misiones confiadas", al "escaso rendimiento de la aviación", y al "deficiente aprovechamiento de los carros". El coronel Menéndez López dijo en su informe: "Respecto a los jefes de Milicias, el único que sabe leer un plano es el llamado Modesto. Los otros (Líster, Mera o "el Campesino") además de no saber, creen no necesitarlo".

Pintada en una fachada de Brunete


Fecha6-25 de julio de 1937
LugarQuijornaVillanueva de la CañadaBrunete y alrededores (Madrid), España
Coordenadas40°24′00″N 3°59′00″OCoordenadas40°24′00″N 3°59′00″O (mapa)
ResultadoTácticamente indecisa
Victoria estratégica sublevada
Cambios territorialesLos republicanos consiguen recuperar algunos territorios al norte de Brunete.
Beligerantes
Flag of Spain (1931–1939).svg República española
Flag of the International Brigades.svg Brig. Internacionales
Bandera del bando nacional 1936-1938.svg Fuerzas sublevadas
Bandera de Alemania Alemania nazi
Bandera de Italia Reino de Italia
Comandantes
Flag of Spain (1931–1939).svg José Miaja Menant
Flag of Spain (1931–1939).svg Vicente Rojo
Flag of Spain (1931–1939).svg Juan Guilloto León
Flag of Spain (1931–1939).svg Enrique Jurado
Flag of Spain (1931–1939).svg Segismundo Casado
Flag of Spain (1931–1939).svg Enrique Líster
Flag of the International Brigades.svg General Walter
Bandera del bando nacional 1936-1938.svg Francisco Franco
Bandera del bando nacional 1936-1938.svg José Enrique Varela
Bandera del bando nacional 1936-1938.svg Juan Yagüe
Bandera del bando nacional 1936-1938.svg José Iruretagoyena
Bandera del bando nacional 1936-1938.svg Fernando Barrón
Bandera del bando nacional 1936-1938.svg Sáenz Buruaga
Fuerzas en combate
Ejército de Maniobra
• 85 000 soldados
• 220 piezas de artillería
• 130 tanques
• 40 carros blindados
Aviación Republicana
• 300 aviones
Ejército del Centro
• 65 000 soldados
Aviación sublevada
• 200 aviones
Legión Cóndor
• 80 aviones
Bajas
20 000 muertos y heridos​
60-100 aviones
17 000 muertos y heridos​
23-25 aviones

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